El
árbol del Neem (Azadirachta
indica), también conocido como árbol de Nim, es originario de la
India y de Birmania, pero ya ha sido introducido para cultivo a otros países de
Asia, África, América, Australia y las islas del sur del Pacífico; está
presente en zonas tropicales y subtropicales, normalmente se evita plantarlo en
las zonas montañosas.
En Camboya se lo conoce también como Sadao o Sdao,
y en Vietnam como Sau Dau. En algunos países latinoamericanos se le
conoce como Nimba.
El Neem es un árbol de rápido
crecimiento que puede alcanzar 15 a 20 metros de altura y raramente 35 a 40 m.
Tiene abundante follaje todas las temporadas del año, pero en condiciones
severas se deshoja, incluso casi completamente. El ramaje es amplio, y puede
alcanzar de 15 a 20 m de diámetro ya desarrollado.
El tronco es corto, recto y puede
alcanzar 12 dm de diámetro. La corteza es dura, agrietada y desde color gris
claro hasta castaño rojizo. La savia es blanca grisácea y el corazón del tronco
es rojo; cuando se expone a al aire se torna de castaño rojizo. Las raíces
consisten de una robusta raíz principal y muy desarrolladas raíces laterales.
El tallo de hojas mide de 2 a 4 dm
de longitud, con 20 a 31 hojas verde oscuras de 3 a 8 cm de longitud. La hoja terminal
es a menudo faltante. El peciolo es corto. Hojas muy jóvenes son de color rojo
o púrpura. La forma de las hojas maduras es menos asimétrico y sus márgenes
están dentados.
Las flores son blancas y fragantes
están dispuestas axialmente, normalmente parecido a panículas colgantes que
miden más de 25 cm de longitud. La inflorescencias, que se ramifican en tercer
grado tiene 150 a 250 flores. Una flor mide 5 a 6 milímetros de longitud y de
8-11 de ancho. El nim tiene flores protándricas, bisexuales y masculinas.
Su fruto es una drupa parecida a
la aceituna en forma que varía desde un ovalo elongado hasta uno ligeramente
redondo, y cuando madura mide 14 a 28 mm de longitud y 10 a 15 mm de ancho. Su
epicarpio es delgado, el mesocarpio es blanco amarillento, fibroso y sabe
dulce, pero es desagradable al gusto. El endocarpio es blanco, duro y almacena
una semilla, en raras ocasiones dos o tres semillas elongadas con una corteza
de color castaño.
Las propiedades curativas y
medicinales del Neem han sido aprovechadas por muchos años en la medicina
Hindú. Todavía en la actualidad los hindúes que habitan en zonas rurales
se refieren al árbol del Neem como “La Farmacia del Pueblo” por su
capacidad para aliviar muchas enfermedades.
Los científicos modernos han encontrado más usos probados para este
árbol. La semilla, la corteza y las hojas, tienen compuestos con usos
antisépticos, antivirales, anti-inflamatorios, anti-ulceras y anti-hongos. El
Neem es un excelente auxiliar en el tratamiento y prevención de diferentes
padecimientos; muchas de sus propiedades han sido probadas y aprovechadas en
los siguientes casos:
Soriasis:
El aceite de las semillas y el extracto de las hojas del Neem puede ser la
solución a la Soriasis. Disminuye la comezón y el dolor, a la vez que
reduce la costra y el enrojecimiento de las lesiones.
Diabetes: El Neem puede llegar a reducir los
requerimientos de insulina entre un 30% y un 50%, y muestra excelentes beneficios
a los no insulino dependientes.
Cáncer: En la corteza, las hojas y el
aceite de Neem, han sido descubiertos polisacáridos y limonoides que reducen
los tumores cancerosos.
Herpes: Los extractos de la hoja de Neem
combaten al virus del herpes y sana rápidamente las heridas, comezón,
enrojecimiento y ámpulas.
Trastornos
Dentales: Investigadores alemanes han encontrado que el
Extracto y la Corteza de Neem previenen las caries y trastornos dentales como
hongos, gingivitis, piorrea, aftas, encías inflamadas y sangrantes, previene
las caries y blanquea los dientes.
Dermatología:
El Neem es altamente efectivo en los tratamientos contra el acné, salpullido,
caspa y mezquinos, entre otros, reduciendo la erupción de la piel, cicatrizando
y desinfectando las zonas dañadas.
Alergias:
El Neem inhibe las reacciones alérgicas mejorando las condiciones de ojos
llorosos, lagrimeo y estornudos.
Úlceras. El extracto de Neem ofrece una
protección significativa del malestar, y acelera la cicatrización de las
lesiones gástricas y duodenales.
Hepatitis: Pruebas en los Estados Unidos han demostrado
que combate el virus que causa la hepatitis B, obteniendo excelente resultados.
Hongos: El Neem combate algunos hongos
incluyendo los que causan pie de atleta y cándida, organismo que causa las
infecciones en la boca conocidas como “fuegos”.
Malaria:
Un ingrediente activo en las hojas de Neem combate el virus de la Malaria.